La mansión embrujada de Walt Disney
En la década de 1950, Walt Disney comenzó a trabajar en la idea de un recorrido que imitara una mansión embrujada; inspirada en una caricatura sobre el Jinete sin Cabeza. Luego de varios cambios de planes, la Mansión Embrujada comenzó a ser construida en 1962; pero los planes se detuvieron en 1966 cuando Walt Disney murió.
Si bien los fantasmas del recorrido son una mezcla de pinturas, animatronics y juegos de luces; muchos turistas y trabajadores reportan haber tenido encuentros con verdaderas entidades del más allá.
El primer fantasma es conocido como "El hombre del bastón"; supuestamente era un hombre que murió al estrellarse en su avioneta en el lago cerca de donde fue construida Disneyland. Su espectro, se asentó en la Mansión y los empleados dicen que es visto durante altas horas de la noche, en especial luego de cerrar.
"El hombre del traje" es otro fantasma que no ha sido identificado. En una ocasión, una empleada trabajaba en el área donde los pasajeros bajan del recorrido. Ahí hay un espejo para que el encargado pueda ver si quedan pasajeros en el interior. La empleada dijo haber visto una sombra en el espejo, y al girar para ver quién estaba tras ella, no encontró nada. Según ella, la sombra usaba un traje de vestir. La mujer salió corriendo de la mansión luego de sentir un escalofrío y una mano en su hombro, renunciando poco después.
Hay una leyenda que narra la historia de una mujer que quería echar las cenizas de su hijo dentro de la mansión, pero los oficiales del parque se lo prohibieron. La mujer se escabulló e introdujo a escondidas las cenizas, esparciéndolas a lo largo del recorrido. Hasta la fecha, muchas personas han dicho haber visto la aparición de un niño que llora, sentado cerca de la salida.
Incluso, este niño puede haber sido fotografiado; de acuerdo a la historia de un visitante: "Llevé mi cámara de visión nocturna a Walt Disney World con el propósito de tomar fotos de la Mansión Embrujada para un recorrido virtual. Luego de documentar la atracción, guardé la cámara. Esa noche volví a casa y empecé a bajar las fotos a mi laptop. Y para mi sorpresa, en una de las primeras fotos encontré algo que definitivamente no estaba ahí cuando subí. La foto fue tomada en el primer pasillo, donde están los retratos que te siguen con los ojos."
